El Alipori #52 - Correo Semanal de Alfonso Portabales
La ballena solitaria -también llamada Whalien 52- es un espécimen único de ballena que canta a una inusual frecuencia de 52 Hz.
"Si el sol me ofendiera, le pegaría".
Moby Dick - Herman Mellville
Lo primero de todo, pedir perdón.
Hoy el correo viene denso como un vaso de leche sin pasteurizar. A cambio, trae novedades.
Dicho esto, al lío.
Hay por los mares del mundo una ballena que canta en unas frecuencias en las que ninguna otra canta. Está siempre sola, y ninguna otra ballena se comunica con ella. Se la conoce como Whalien 52, porque canta a 52 Herzios.
La comunidad científica todavía investiga, e intenta descubrir por qué. Algunos bióogos marinos se plantearon que quizá estaban ante un ejemplar de ballena sorda. Otros, que era una mezcla rara de especies ballenáceas, sin forma de comunicarse con nadie. Pero yo prefiero pensar que 52 (así la llamamos los amigos) está sola porque quiere, porque es una artista que se siente incomprendida por el mundo mainstream ballenil.
Una especie de Pablo Whaleasso. John Ballenon. Ballenador Dalí. Whalevis Presley. (Creo que se entiende.)
Las otras ballenas, envidiosas, comentarían tras su gigante espalda: “¿Has visto esa ballena tan rara? Cantar a 52 herzios, ¿a quién se le ocurre? ¿Qué se cree?”
Sólo cuando muera y sus enormes huesos se hundan hacia el fondo del mar, se valorarán los cantos de la gran 52, y sus herederos (si no los tiene genéticos, los espirituales) seguirán cantando en esa frecuencia, o quizá en otras aún más raras como 27 o 143, y ya nadie sabrá si están sordas como el mundo o lo hacen por amor al arte o por acariciar la fama eterna de 52 o, simplemente, por no estar solas estando solas.
Cambiando de tema, cada vez pienso más que el paraíso/nirvana/elíseo/edén/empíreo (llamésele como se quiera al estado sin fricción ni sufrimiento que, supuestamente, viene tras la muerte a los justos de corazón) sí existe, pero no tras morirse. Ahora.
Alcanzarlo sería sólo conseguir una forma más real de mirar el mundo.
Nagarjuna, en un libro horroroso para disfrutarlo pero muy interesante que llevo meses intentando leer, dice esto:
Si el combustible fuera fuego,
El agente y el objeto serían uno.
Si el fuego fuera diferente del combustible,
Entonces [el fuego] podría surgir sin combustible.Estaría siempre ardiendo,
La ignición podría surgir sin una causa.
El esfuerzo con respecto a ello sería sin sentido.
En ese caso, también estaría sin ninguna acción.
Traducido al aliporiano (castellano no, porque esto puede ser perfectamente erróneo), que no hay diferencia entre una y otra cosa (el fuego y lo que arde), y sin embargo no son lo mismo. (Llevándolo al límite: el fuego, para no haber existido antes, tendría que aparecer, pero la propia aparición tendría también que aparecer, y las cosas no pueden aparecer porque ¿cómo aparece la aparición? Hay un instante en que está y otro en que no, por lo tanto no hay uno en que aparezca.)
Dicho mucho más elegantemente:
Ahora, donde uno ha ido, uno no va.
Donde uno aún no ha ido, uno no va.
Aparte de donde uno ha ido, y de donde uno no ha ido,
Eso sobre lo que uno va, no puede ser concebido .Donde hay movimiento, hay un estar yendo,
Puesto que hay movimiento en eso que está siendo transitado.
Pero no donde uno ha ido, ni donde uno no ha ido.
De ello se sigue que el estar yendo, está en eso que está siendo transitado.¿Cómo podría ser defendible
Para el estar yendo, el estar en eso que está siendo transitado?
Cuando no acontece el estar yendo, no es sostenible
El decir que hay un estar yendo allí.
¿Y a qué viene esto? A que las palabras fallan para expresar cosas complejas, y que la realidad, me parece ahora, fluye constantemente en un punto intermedio entre ser y no ser.
Todo lo que es viene a ser lo mismo, un vacío. Por lo tanto, vida y paraíso, samsara y nirvana, tienen que ser lo mismo, y la salvación, la famosa promesa, es percibirlo.
Es difícil explicar algo que no entiendes del todo, debo confesar.
Pero hay que buscar hasta en la alcantarilla, no vaya a ser que haya por ahí un hueco para el paraíso. Ojalá. Desde el Alipori, os mantendremos informados.
(Ya avisé que venía denso. El siguiente alipori lo prometo ligero como una mariposa en primavera.)
La esfinge del Alipori
Esta semana, el Alipori estrena sección.
En una burda imitación de la esfinge de la mitología griega, se realizarán una serie de preguntas a personas de diferentes edades, profesiones, géneros y tipo de vida.
La idea es que sean siempre las mismas, pero quizá vayan cambiando con el tiempo, si veo que se responden cosas parecidas, o si aparecen otras más interesantes.
Sólo tras las preguntas se revelará grupo de edad, profesión y género.
¡Espero que os guste! (Agradezco comentarios)
¿Qué crees que es lo que más valoran los demás en otros?
La confianza en sí mismos. Que parezca que saben aunque no sepan.
¿Qué es lo que más valoras tú en ti mismo/misma?
Intentar no aparentar nada. Ser lo más yo posible.
Si pudieses cambiar una cosa de tu vida, ¿qué sería?
Preferiría que fuese más lenta. A veces me parece que no me da tiempo ni a vivirla.
Y si sólo pudieses mantener una cosa y todo lo demás cambiase, ¿qué sería?
Esta es difícil. Nada. Para mantener una sola cosa, preferiría que todo cambiase. Me daría miedo que esa cosa nueva interactuase mal con lo demás y perdiese su magia y el motivo por el que la quise salvar.
El respondedor ha sido un varón estudiante en la veintena.
El Literapori: Libro recomendado de la semana
Hoy quería recomendar uno de mis libros favoritos, Polvo Rojo, del autor chino Ma Jian.
Lamentablemente, parece que está descatalogado, pero lo dejo ahí por si vuelve o por si no lo hubiese buscado bien. En cualquier caso, está disponible en inglés aquí.
En esta crónica autobiográfica, Jian, un artista de Beijing medio frustrado al que ha dejado su mujer y que acaba de cumplir 30 años (lo que, por lo visto, es ser viejo), se decide a recorrer China a pie.
Como es de esperar, esto no es legal en China, por lo que tiene que evadir a las autoridades y tirar de contactos mientras sobrevive como puede.
Para este viaje de tres años hasta la frontera occidental del país y de vuelta, atravesando desiertos y regiones montañosas de Tibet, se lleva una muda, dos pastillas de jabón, un cuaderno, una cámara y el libro Hojas de hierba, de Walt Whitman.
Es un poco guarro, pero da gusto leerle. Recomendado.
Los 40 Principaliporis: Música recomendada de la semana
Hoy, en los 40 Principaliporis, quería recomendar al maestro Hiroshi Yoshimura, que popularizó un género llamado Kankyō Ongaku (Música del entorno o de las circunstancias).
(Como curiosidad: Ongaku, que significa música, está compuesto por las letras oír y diversión.)
Yoshimura incluía el sonido de regatos, pájaros, lluvia… Música del día a día.
Es una música relajante, agradable, para tener de fondo mientras se hace cualquier otra cosa, divirtiéndose con el hecho de oír.
¡Adiós!
¡Gracias por leer!
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Para los recién llegados o el que los quiera repasar, los antiguos Aliporis están disponibles aquí.
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Como diría el gran poeta M.: “Un abrazo a quien quiera recibirlo. Gracias.”
¡Hasta pronto!