El Alipori #57 - Correo Semanal de Alfonso Portabales
En 1557, en Gales, el matemático Robert Recorde inventa el signo igual. Fantástico invento. Fantástico nombre.
Te digo que estamos aquí en la Tierra para hacer el tonto [to fart around], y no dejes que nadie te diga lo contrario.
Kurt Vonnegut
Hay días en que escribir este Alipori me parece una tontería. El propio acto de pensar frasess y enviarlas a alguien (hola, aquí estoy, ¿me recuerdas?), una mezcla de ego e innecesariedad (si es que esa palabra existe). Incluso el propio decirlo parece una forma de solicitar su negación.
Y es que la mayoría de cosas de importancia no caben, me parece, por mucho que me esfuerce. Es eso lo que realmente es frustrante. No hay palabras en el mundo suficientes para describir una zanahoria, ¿como las va a haber para una experiencia humana? ¿Cómo se comunica algo y no sólo una capita, uno de sus muchos aspectos?
Lo último que querría es dar pena o incitar respuestas de ese tipo, pero esto viene a cuento de que, últimamente, me acompaña (a toda mi familia) una nube negra de no demasiada buena suerte. Mucha muerte de seres queridos, mucha mierda. (Quien conozca a un brujo, se agradece que le pague unos ritos a nuestro nombre. Gracias.) Y las palabras, en las que normalmente confío tanto, parecen poca cosa. Ruiditos que no llegan a expresar muy bien nada.
Hablando de otra cosa algo más luminosa, he estado dándole vueltas últimamente a cuántas cosas serán las que están delante de mis narices (¿por qué se dirá en plural? ¿Por los agujeros?) y no veo, bien por elección, bien por incapacidad. Lo que me ha llevado a esta idea han sido las cajas eléctricas de las casas. En la obra (siento el monotema recurrente), Blanca y yo nos vimos ante la elección de dónde poner las susodichas cajas. La cuestión es que ninguno de los dos nos habíamos percatado antes siquiera de su existencia, y, desde entonces, las vemos en habitaciones, pasillos, zonas comunes, etc., ya no como algo que simplemente se ve, como una bombilla, sino como algo evidente, como una cama o una ventana o una persona tumbada.
Esto me llevó a preguntarme, ¿qué más cosas no veo? ¿Qué más elijo no ver?
¡Suscribid a amigos y enemigos!
El gozo y el placer
El otro día hablaba con Blanca la idea de que, quizá no nuestra generación, pero sí el mundo de las últimas décadas, parece haber sacrificado el gozo por el placer.
El placer tiene algo de inmediato, pero también de efímero, y el gozo algo más de permanencia y calma. Al menos, así los entiendo yo.
Pero ese es el mundo. Rápido. Rápido.
Siguiente tema.
El Literapori: Libro recomendado de la semana
Hoy quería recomendar Matadero cinco: La cruzada de los niños, de Kurt Vonnegut, una auténtica barbaridad de libro de, para mí, uno de los mejores escritores que ha dado EEUU y el mundo en el siglo XX.
Vonnegut combina una brutalidad seca con comedia y ciencia ficción de una manera que, creo, no ha hecho nadie antes (ni después).
Vonnegut es Vonnegutiano igual que Kafka es Kafkiano, y poco mejor se puede decir de un artista.
El libro parte de una premisa real. Vonnegut sobrevivió, como prisionero de los nazis, al bombardeo de la ciudad alemana de Dresde, que la destrozó por completo. Quería contar esa historia, pero no hacer un libro que pudiese después ser una película, donde le interpretase un guaperas y que hiciese que los niños que la viesen quisiesen ser el guaperas e ir a la guerra y matar sin motivo.
Es por eso que hizo esta genialidad con aliens, viajes en el tiempo, y sobre todo, una capa de tristeza irónica, a la que subtituló “La cruzada de los niños”. Una masacre de chavales, como la suya.
Los 40 Principaliporis: Música recomendada de la semana
Hoy, en los 40 Principaliporis, quería recomendar esta canción de Flying Lotus y Kendrick Lamar: Never Catch Me.
Utiliza unos ritmos loquísimos e innovadores, y el vídeo merece mucho la pena también.
¡Adiós!
¡Gracias por leer!
Recordad suscribir a todos vuestros conocidos, amigos, e incluso enemigos para que así les llegue un mail que no quieren y se pregunten qué han hecho para merecer semejante castigo, y que de repente lo empiecen a leer y les vaya gustando y se vuelvan fans y te agradezcan la recomendación y os hagáis amigos y te quedes sin enemigos, lo cual es claramente mejor.
Todo por un sub gratuito. Qué mundo este tan fácil el del siglo XXI.
Para los recién llegados o el que los quiera repasar, los antiguos Aliporis están disponibles aquí.
Podéis comprar merchandising del Alipori en el Tiendipori aquí, o invitarme a un café o hacer una donación de la cantidad que os de la gana para mantener esto en marcha aquí.
Como diría el gran poeta M.: “Un abrazo a quien quiera recibirlo. Gracias.”
¡Hasta pronto!