El Alipori #60 - Correo Semanal de Alfonso Portabales
En 1260 nacería Andrónico II Paleólogo, emperador bizantino y una de las personas mejor nombradas de la historia.
Sólo el misterio nos hace vivir. Sólo el misterio.
Federico García Lorca
Le he cogido el gusto a esto de los Aliporis de riesgo. Jueves por la mañana, dos horas para el lanzamiento. Así todo está fresco y caben menos mentiras, sobre todo de las involuntarias.
Esta semana ha sido rara. Ningún evento de los volcánicos, todo más bien un ir bajando el río, un dejar que la vida se vaya viviendo a sí misma y ver si alguna semilla coge y sigue creciendo.
Hablando de todo un poco, me he dado cuenta de que muchas veces no tengo ganas de leer, sino de haber leído. Como el gimnasio que gusta más haber ido que ir.
Y quizá ese sea el problema fundamental de las formas de entretenimiento que dependen de la palabra escrita. Dependen demasiado del ánimo del receptor. Tengas como tengas entrenados los oídos o los ojos, una canción o una película siempre duran lo mismo. Si uno está cansado, un libro puede ser eterno. Y sólo un lector con músculo se puede bajar ese mismo texto con rapidez, y además interiorizarlo y disfrutarlo.
En fin, otra idea (hoy el Alipori viene un poco indeciso, con la mente nube a pesar del cielo azul). Otro tema que me lleva casi toda la vida rondando los interiores craneales es el de los estereotipos y por qué nos amoldamos tantísimo a ellos. ¿Cómo es posible que viendo a alguien por la calle sea, en muchos casos, tan fácil adivinar su tendencia política, su música favorita, sus opiniones sobre según qué sitios…?
Nuestra ropa es la réplica (literal) de otras tantas ropas, nuestro pelo (cabeza y cara y cuerpo) y nuestra forma de andar también copias burdas de las de otros, imitaciones capilares de consecuencia y no de causa.
¿Y qué tiene de malo? Probablemente nada, más allá de una cierta falta de diversidad estética algo más divertida.
Lo que sí que puedo ver como un problema es que, igual que por el ojo entran las modas, los acentos que entran por el oído (otra forma de réplica a los patrones de conversación de otros) pueden venir acompañados de ideas que nos ponemos, igual que unos vaqueros, sin filtro, mientras que la persona que las diga tenga influenci. Y esto sí que me parece más grave. Sin querer entrar en cómo eso afecta al mundo, a la política, al discurso público… qué pena morirse sin tener ni una idea propia, ¿no?
Digo.
Por lo demás, mañana por la noche es la entrega del premio literario “Vigo Histórico”, del que quedé segundo, así que allí estaré (en Vigo). Y contento.
¡Que tengáis una buena semana!
P.D: Sé que es una frase típica de fumado, pero juro escribir desde una sobriedad digna de un mormón en día de misa. Qué locura increíble es estar hecho de carne. De repente, el otro día, andando por la calle, apareció una enorme distancia entre lo que percibía como yo (esa voz interna, quizá, o una percepción de ideas y mundo) y mi cuerpo, una masa extraña de carna balanceándose por la acera, comunicándose por un agujero en la cabeza, absorbiendo por otros cuatro.
También sé que este no es un pensamiento original, pero percibirlo “en piel propia” es, desde luego, chocante. ¿Por qué no somos más duros? ¿O no corpóreos? ¿O irrompibles?
Quién sabe. Quizá la eternidad sí que sería un castigo. Puede que precisamente tener un cuerpo físico con una cobertura tan frágil sea lo que nos haya llevado a desarrollar una cultura con cosas maravillosas como Batman o las fotos de patos o nombres como Andrónico II Paleólogo.
El misterio.
El Literapori: Libro recomendado de la semana
Hoy quería recomendar En azúcar de sandía, del genio Richard Brautigan. Este libro, escrito en 1964 y publicado en 1968, es ya algo viejo, pero sería innovador si se publicase hoy. Tiene un humor MarkTwainesco y una crítica cómica, tanto hacia la naciente sociedad paralela hippie como al mundo contra el que estos se rebelaban.
Habla de una comuna post-apocalítpica, de nombre yoMuerte, donde todo se construye con azúcar de sandía. El sol cambia cada día de color, hay una especie de tigres que quieren comerse a las personas y acabar con todo, y existe un lugar que todo el mundo evita llamado la Olvidería, donde se llevan todo lo que se queire olvidar.
Una maravilla.
Los 40 Principaliporis: Música recomendada de la semana
Hoy, en los 40 Principaliporis, quería recomendar el disco Pink Moon, de Nick Drake. El disco entero. He seleccionado una canción aquí, llamada Road, pero podría haber puesto cualquier otra.
Es un disco acústico, frágil como una hoja seca.
(De nuevo, lo frágil como bello, y no sé si por analogía con nosotros mismos, o por consolarnos con algo y llamar bello a lo que sólo es una putada. Si hay un creador/dios, no creo que distinga entre lo bello y lo feo. Lo mismo desde arriba una cagada de mosca que las pinturas negras de Goya, imagino. O a lo mejor sí que distingue. ¿Quién soy yo para saberlo?)
Este disco es perfecto para ponerlo por la noche o por la mañana (no parece tolerar el sol fuerte) y disfrutar con el viaje por el aire que propone.
También quería aprovechar para recomendar a Antía Muíño, una cantante gallega a la que acabo de descubrir.
Me recuerda mucho a Kimi Fukuhara, una cantante japonesa que me encanta, pero cantando en gallego y español, que, quieras que no, algo mejor los entiendo.
¡Adiós!
¡Gracias por leer!
Recordad suscribir a todos vuestros conocidos, amigos, e incluso enemigos para que así les llegue un mail que no quieren y se pregunten qué han hecho para merecer semejante castigo, y que de repente lo empiecen a leer y les vaya gustando y se vuelvan fans y te agradezcan la recomendación y os hagáis amigos y te quedes sin enemigos, lo cual es claramente mejor.
Todo por un sub gratuito. Qué mundo este tan fácil el del siglo XXI.
Para los recién llegados o el que los quiera repasar, los antiguos Aliporis están disponibles aquí.
Podéis comprar merchandising del Alipori en el Tiendipori aquí, o invitarme a un café o hacer una donación de la cantidad que os de la gana para mantener esto en marcha aquí.
Como diría el gran poeta M.: “Un abrazo a quien quiera recibirlo. Gracias.”
¡Hasta pronto!