El Alipori #65 - Correo Semanal de Alfonso Portabales
En 1165 nace Shizuka Gozen, bailarín de la corte japonesa. También muere Helias de Say, noble normando.
En medio del invierno descubrí que había, dentro de mí, un verano invencible.
Albert Camus
La semana pasada me vacié un poco en el Alipori, y puede que en esta tenga algo menos que decir, por puro cansancio aliporiano.
Y quizá pueda usar eso como excusa (de quizá nada, lo voy a hacer) para haber puesto como frase introductoria una de las más sobadas de la historia de la literatura. Pero no por sobada es menos cierta. (O buena.)
Llevamos unas cuantas semanas de nubes densas como chicles, aburridas, de esas que hacen del paso del tiempo una experiencia algo más farragosa. Las nubes, el viento, el sol (todo) son lo mismo para cada uno de nosotros a nivel externo, compartimos la experiencia capilar, pero lo que dice Camus es cierto. El que tenga un sol latiendo dentro de su pechito experimentará ese elemento externo de forma radicalmente al que tenga una clásica nube de dibujos animados lloviéndole encima. Es una idea simple, pero verdadera.
Lo dice también la primera frase del Dhammapada, una recopilación de discursos supuestamente hechos por el Buda histórico: «La mente precede a todos los estados mentales. La mente es su jefe y todos son forjados por la mente. Si una persona habla o actúa con una mente impura, el sufrimiento le sigue como la rueda que sigue al pie del buey.»
Pues eso.
Aun así, por muy invencible que sea el verano, viene bien tener primaveras, inviernos, otoños, también invencibles, por eso de la variedad. Ni tiene que hacer siempre calor, ni uno debe ser feliz siempre, creo.
Otro tema, por eso de que no haya ninguna estructura definida en el número de hoy: las contradicciones.
Esta semana he estado pensando bastante en esto; en como, quizá, el propio concepto de la contradicción es ¿contradictorio?
Según la RAE, esta palabra quiere decir «Conjunto de proposiciones que al oponerse recíprocamente se invalidan». ¿Pero lo hacen realmente? ¿Cuántos artistas no desean ser mundialmente reconocidos, adorados, y al mismo tiempomantener su anonimato? ¿Quién no desea destacar, ser considerado especial por sus pares, y al mismo tiempo encajar y ser un miembro del rebaño? ¿Tener una relación en la que se pueda disolver y seguir siendo él mismo? ¿No morir y no envejecer?
Parece que la contradicción sea, más que un anulador de su contrario, un elemento esencial de lo que significa ser humano. Saber que algo es malo, pero hacerlo aun así. O que es bueno, pero no hacerlo.
Y quizá ahí esté la riqueza de nuestra experiencia en la tierra. En que, ni para nosotros, ni usando las palabras y términos que nosotros mismos nos hemos inventado, tiene ningún sentido.
Esto es, me parece, al mismo tiempo una liberación y una condena. Otra contradicción, como todo lo que es una idea (o, lo que es lo mismo, nada).
Por cierto, para el que no la haya visto, la película Monster, de Kore Eda, estrenada hace pocos meses, me pareció una maravilla.
¡Vedla si podéis!
El Literapori: Libro recomendado de la semana
Hoy, en el Literapori, quería recomendar una de mis novelas gráficas favoritas (y también de Blanca, por si, de manera razonable, os fíais más de ella que de mí): La Casa, de Paco Roca.
En este libro de transcurso lento, conocemos la historia de tres hermanos durante la herencia de una casa en el campo valenciano. Pertenecía a su padre, fallecido un año antes. Su plan inicial es venderla, con cada hermano con un punto de vista diferente.
Paco Roca cambia con maestría de narrador y de tiempo, y va formando con los objetos y los rincones de la casa una especie de red compartida de recuerdos entre los protagonistas y el lector.
Encima, dibuja bien.
Los 40 Principaliporis: Música recomendada de la semana
Hoy, en los 40 Principaliporis, quería recomendar On the Level, de Mac DeMarco.
Aunque la verdad es que podría haber puesto cualquier canción del disco This Old Dog, del que es parte.
Es un disco de sonido compacto, una colección tranquila de canciones con un sonido poco pretencioso y sencillo, una voz suave, una batería apagada, un bajo que parece más mimado que tocado, y una guitarra y unas armonías espaciosas que hacen que apetezca mirar por la ventana y sonreír.
Para el que no tenga Spotify, el disco entero en YouTube, aquí.
¡Adiós!
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¡Hasta pronto!