El Alipori #69 - Correo Semanal de Alfonso Portabales
En 1969, se juntaron en el festival de música de Woodstock: Joan Baez, The Who, Sly and the Family Stone, Janis Joplin, Grateful Dead, Joe Cocker, The Band, Jimi Hendrix... Y nosotros aquí.
“Eramos tres hijos de la tierra intentando decidir algo por la noche y con todo el peso de los siglos pasados flotando en la oscuridad allí delante de nosotros.”
Jack Kerouac - En el camino
Desde hace unos, no sé, cuarenta números, decidí hacer el Alipori al completo de las 9 a las 11 de la mañana del jueves, sin preparación ni paracaídas. Como un ejercicio muscular de palabras.
Esto lo ha llevado, como es normal, a ser algo más auto-referencial. ¿De qué hablo? De que hoy no tengo nada de qué hablar.
Pero ese no va a ser el tema hoy. (Vaya engaño, vaya regate.)
En el número pasado, el #68, vine a decir que de las protestas de mayo del 68, en su momento tan importantes para el mundo, ya no quedan más que las pintadas cutres de Acción Poética en los cubos de basura de Malasaña.
Pero, pensándolo bien, me equivoqué.
Primero, quise haberme equivocado, por no vivir en vano y por no hacer en vano, aunque eso no tendría la menor importancia, ni para mí (ya muerto), ni para otros (ya vivos y a sus cosas). Pero me suena mal pensarlo.
No dejas raaaastro (esa a alargada es del fantasma dickensiano que me lo dice, que ya se sabe que siempre gustan los fantasmas de estirar vocales como si estuviesen haciendo tallarines a mano con ellos).
Segundo, me di cuenta de que realmente me equivocaba. Todo es consecuencia de todo.
Ya lo dice Kerouac, quizá mi escritor favorito al que, precisamente por eso, hace tiempo que no leo. “[…]todo el peso de los siglos pasados flotando en la oscuridad allí delante de nosotros.” Cualquier cosa que vemos (árboles, ladrillos, ventanas, nubes…) son consecuencia de esfuerzos y movimientos involuntarios de seres vivientes.
Sí dejo raaaaastro (para que el fantasma me entienda).
Ya que estamos en el número 69, cabe preguntarse ¿qué queda de los hippies, los beats, esos movimientos que nacieron como espirituales y enseguida se convirtieron en ropa y estética (la deformación de todo hacia lo que se puede comprimir y vender)?
Muchas veces pienso que nada. Que esos hippies se dedicaron a los negocios y la cocaína y construyeron el mundo “son sólo negocios”/“es el mercado” en el que vivimos ahora. Pero otras pienso que no. Que todo ese pensamiento, en gran medida positivo y pacífico, está en nuestro mundo. Es inevitable ese peso de los siglos pasados, para bien o para mal. No podemos desligarnos de nuestra historia. Y sí creo que nuestra sociedad es menos discriminatoria y un poco más compasiva, y también que no somos mejores personas genéticamente que un caballero feudal decidiendo mandar una cruzada a tierra santa compuesta sólo de niños. Somos siempre los mismos, más o menos. Pero el mundo es algo mejor por el esfuerzo de muchos.
Al menos, que me sirva de motivación para trabajar, para dejar impronta. También para intentar hacer las cosas lo mejor posible.
Todo deja rastro. (Y fuera fantasmas. Al menos los irreales.)
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El Literapori: Libro recomendado de la semana
Hoy, en el Literapori, quería recomendar el libro que más me gusta de otro de mis escritores favoritos: Kafka en la orilla, de Haruki Murakami.
Un libro japonés (sí, ya sé que recomiendo mucha cosa de Japón, ¿qué se le va a hacer?) en el estilo de una tragedia clásica griega. ¿Qué puede salir mal?
Este es un libro en el que llueven peces, hay un señor que habla con los gatos, sale el Coronel Sanders (sí, el del KFC), y hasta se habla de la guerra sino-japonesa en Manchuria y de un hombre mongol que desolla a sus enemigos.
Canela fina, vamos.
Los 40 Principaliporis: Música recomendada de la semana
Hoy, en los 40 Principaliporis, siendo el número 69, no teníamos otra opción que traer el que para mí es el símbolo de esa época (1969): a Jimi Hendrix.
¿Qué decir de Hendrix que no se haya dicho ya? Toca la guitarra como la tocaría una mariposa enfurecida. Eso no sé si se ha dicho antes. Sus licks parecen delfines saltando por un bosque en la distancia, a medio camino del horizonte.
En cualquier caso, incluyo aquí su concierto con la bandaza Band of Gypsys, con Billy Cox al bajo y Buddy Miles a la batería y la voz. Una pena lo poco que duró esta banda (Jimi murió ese mismo año), porque, por potencial, para mí no andaba muy lejos de su vieja Experience.
En fin, esto es lo que tenemos. Y no es poco.
¡Adiós!
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