El Alipori #74 - Correo Semanal de Alfonso Portabales
En el año 1174, Saladino (Al-Nāsir Ṣalāḥ ad-Dīn Yūsuf ibn Ayyūb) conquista Damasco. Como todos sabemos, desperdicia sus deseos, pero, al menos, acaba feliz con la chica y su tigre.
La gente triste no tiene piedad
Mariana Enríquez - Las cosas que perdimos en el fuego
Esta semana he dudado de si escribir el Alipori o envíar un alipori-declaración con una página enorme en blanco y un gracias al final (aquí, de hecho, he dudado de si poner statement-alipori en lugar de alipori-declaración por mi fobia a recauchutar el idioma español de palabras en inglés sin necesidad, pero sí, esto habría sido más un statement cutre o una performance que una declaración o actuación). Lo que venía a decir es que he estado bastante cansado y sin muchas ideas, por lo que creo que no me saldrá demasiado largo esta mañana.
Nuevo trabajo, mucha cosita para finalizar la casa que nos tiene a Blanca y a mí como hormigas, taladrando y barriendo (si las hormigas taladrasen y barriesen), y esa sensación eterna de no llegar que es lo que supongo que nos da ese encanto y ese brillito en los ojos tan peculiar y reconocible a los millenials.
Pero, en fin, sigo trabajando en la novela (eliminando gerundios, adverbios y demás palabras extrañas), que espero que esté terminada pronto. Sigo esperando un contrato millonario con Anagrama. (Ejem.) Mientras tanto, quedé finalista del VIII Certamen de relatos de la Fundación Pintor Julio Visconti con mi novela corta o relato o cómo se le quiera llamar, de título De las Mercedes, que publicarán pronto en el recopilatorio con los otros dos finalistas.
En otro orden de cosas, esta semana estuve viendo (poco a poco, que es largo) un vídeo muy interesante sobre el filósofo Jiddu Krishnamurti (un hombre con cara y voz de pajarito, educado por la sociedad teosófica de Madame Blavatsky como una especie de neo-mesías, lo que él acabó rechazando), en el que habla con doctores en psicología sobre problemas mentales y las psico-enfermedades. Tiene tantos otras conversaciones Krishnamurti con estudiantes de budismo o con Chugyam Trungpa, el polémico monje de los excesos, que son muy interesantes.
En la conversación con los doctores en psicología, lo curioso es que desde el principio, el propio conflicto es de base. Los psicólogos hablan de lograr un yo sano. Krishnamurti sitúa en la existencia del yo el origen de todos los dolores y problemas mentales.
Aquí lo dejo:
Por cierto, esta tarde presenta la buenísima escritora argentina Mariana Enríquez su nueva recopilación de cuentos, Un lugar soleado para gente sombría, en la Casa de América a las 7 de la tarde.
Como podéis ver, creo que queda claro que (sin performance) dentro de mí hay una fuerza hacia el uff quiero dejar el alipori vacío y otra que lo llena de palabras. Los dos lobos y blablá. En cualquier caso, la semana que viene hay descanso, y el descanso hay que respetarlo.
¡Hasta pronto!
¡Ah! Y que no se me olvide. Esta semana salió un nuevo single del disco de Fernando Furones en el que toco la batería. Es una balada muy bonita. Espero que os guste.
El Literapori: Libro recomendado de la semana
Hoy, en el Literapori, quería hablar de Indomable, del presentador y comentarista televisivo de fútbol Alberto Edjogo-Owono.
El autor, hispano-ecuatoguineano (si es que existe ese palabrejo), cuenta su historia como miembro de la selección de Guinea Ecuatorial, a pesar de haber nacido en Sabadell, y haber vivido siempre en España. Añade a sus experiencias otras historias sobre el fútbol en África. Como tantas otras cosas en ese continente, se convierten en más grandes, más trágicas y más mágicas.
Si te interesa el fútbol o África o ninguna de las pero sí las historias o las personas, creo que es difícil que no te, al menos, entretenga este libro.
Los 40 Principaliporis: Música recomendada de la semana
Hoy, en los 40 Principaliporis, quería traer un disco maravilloso, que, sí, a veces parece la banda sonora de los escenarios subacuáticos del Mario 64, pero que es capaz de generar de por sí una especie de longitud de onda peculiar en el cerebro humano, en la que se piensa con menos interrupciones. Una Castilla-La Mancha de la mente (como el famoso A Coney Island of the Mind de Ferlinghetti), pero sin atracciones ni montañas, sólo una planicie monocroma y espacio y espacio y espacio y aire.
Este disco es de 1986, pero podía ser de cuando fuese. Suena a bosque y a nube y eso (se supone) está siempre.
¡Adiós!
¡Gracias por leer!
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