El Alipori #77 - Correo Semanal de Alfonso Portabales
En 1877 se funda el Chelsea FC, las mujeres pudieron empezar a cursar estudios superiores en Chile, se inventa el fonógrafo, y empieza a caer el sistema feudal del shogunato en Japón.
No hay diferencia entre el samsara y el nirvana, la ilusión y la realidad son una misma cosa.
Nagarjuna
Buenos días desde Aliporia.
Ha sido una semana sin demasiada novedad. Escribir, trabajar, cielo azul.
Pero es cierto que trabajar mucho deja a uno sin demasiadas ideas. Y es que a lo mejor los adolescentes tienen algo de razón con eso de que los adultos somos idiotas y no nos enteramos de nada. Demasiada ocupación, demasiado lío. Poco pensamiento.
Pero, en fin, no quiero hablar de eso.
Estaba pensando en las ideas del ataque y la defensa. (Sí, me vi ayer el City-Madrid, pero tampoco quiero hablar de eso.)
Me da la sensación de que casi nadie siente en su vida que ataca. Más bien al contrario, uno es atacado y, como es lógico, responde. Eso activa el mismo circuito en el otro, que se siente atacado, y, a su vez, responde con otra defensa.
Esto es aplicable tanto a personas como a grupos como a países.
Ningún país ataca. Sólo se establecen misiones defensivas. Misiones de paz. Operaciones especiales.
Y no me refiero a ese concepto orwelliano tan manido del doble pensar por causa política, y la guerra es la paz, etc. Más bien es una extensión de algo humano a las estructuras que, de manera natural, ha creado el ser humano. Ya sean llamadas familias, empresas, naciones, estados…
Supongo que es natural, que es un mecanismo de defensa (nunca mejor dicho), pero es algo tan simple, de lo que sería tan fácil ser consciente (de nuevo, tanto a nivel individual como colectivo), que sorprende que no te lo recuerden de pequeño en lugar de “¿y qué pensarían los niños de África?”.
¿Quién sería el primer atacador?
Probablemente nadie. Probablemente alguien se sintió atacado, y el otro no sintió atacar. Y hasta ahora, que seguimos gritando a los coches en el tráfico, como si nosotros fuésemos flores.
En fin.
Otro concepto al que le he estado dando vueltas tiene que ver con la frase de introducción de este número. Viene a afirmar, por resumir, que sueño y realidad son lo mismo. Y se me ocurrió imaginar cómo sería una especie de tecno-budismo. ¿Serían, para esta escuela de pensamiento, las simulaciones tecnológicas tan reales como lo que captamos con nuestra piel? ¿Será para ellos esa misma simulación otra capa del Samsara (el mundo ilusorio) o una ayuda para percibir con más claridad lo ilusiorio de nuestro día a día?
En cualquier caso, tema para extenderse en él en otro Alipori.
Gracias por leer, como siempre.
El Literapori: Libro recomendado de la semana
Hoy, en el Literapori, quería recomendar un bestseller (por eso de no ser demasiado predecible): Reina roja, de Juan Gómez-Jurado.
Es un libro tan súperventas, que ha sido el más comprado en 2019, 2020 y 2022 en toda España. Y además es muy bueno, muy entretenido.
Es una novela clásica de detectives, con su Quijote-Sancho, Holmes-Watson, Belano-Lima, en la que ella es la mujer más inteligente del mundo, y él, un fortachón de buen fondo y mejor trato humano (que no es que esté gordo).
Deben resolver un asesinato y una desaparición de gente muy importante del país. Está narrado con mucha agilidad, muchísima referencia pop (que puede gustar o cansar), y todos los tropos típicos del género que, en mi opinión, funcionan muy bien.
Los 40 Principaliporis: Música recomendada de la semana
Hoy, en los 40 Principaliporis, quería traer una canción que me parece complejísima, y al mismo tiempo muy bonita y sutil.
Es de un disco relativamente reciente de la banda Wilco (2011), cuando ya nadie daba un duro porque no se volviesen más que una banda de refritos de sí mismos (como casi toda banda famosa, que les llega una edad y una cantidad de dinero suficientes como para tirar de sofrito y guiso y dejarse de buscar esferificaciones), y van y sacan esto.
El ritmo es raro, el sonido es raro, la letra es rara. Y, sin embargo, si la tienes de fondo, es una canción perfectamente placentera. No demanda tu atención con piruetas.
Parte de la letra:
I froze
I can't be so
Far away from my wasteland
I never know when I might
Ambulance
Hoist the horns with my own hands
The art of almost
Y en español:
Me congelé
No puedo estar tan
Lejos de mi tierra yerma
Nunca sé cuándo podría
Ambulancia
Izar los cuernos con mis propias manos
El arte de casi
¡Adiós!
¡Gracias por leer!
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