El Alipori - Newsletter de Alfonso Portabales - Publicación #18
Peor que no tener nada que decir es decirlo.- El Alipori #18El Alipori vuelve de las vacaciones de verano. (Aplauso mental.) (Se lo da a sí mismo por descansar.) En el mes de agosto estuve viajando por el sudeste de EEUU, subiendo por el río Mississippi desde Nueva Orleans hasta Memphis, parando en pequeños pueblos del estado de Mississippi. La experiencia fue incluso mejor de lo que esperaba. La naturaleza es enorme e incomprensible, da miedo, y la gente, a pesar de que por el cine y los libros y la música siempre sentía como que la conocía, no paraba de ser un pelín diferente a mis expectativas, más fría, más amistosa, más despiadada, más sola. Empecé estos días a escribir un libro de no ficción sobre el viaje. Problema principal: Mississippi es un coñazo de escribir. Sobran consonantes.El primer día en Luisiana, cerca de Nueva Orleans, quedé con el director del museo del pueblo Isleño. Son un grupo de gente que, durante el siglo XVIII, emigró de Canarias a Luisiana, y que hasta hace poco más de una generación conservaba, siendo ciudadanos estadounidenses, el idioma, las costumbres y la comida. Fue muy amable, y me tuvo con él durante todo un día, explicándome las costumbres de la comunidad y sus peculiaridades, y me invitó a cenar con él y un grupo adorable de ancianos con apellidos como Rodrigue (sin z), Gonzáles o Estopinal. Además, me dejó una de las mejores frases sobre el huracán Katrina, que le había dicho otro de los miembros de la comunidad:“Esa Katrina es una decoradora de interiores de mierda. Lo único que utiliza es moho y musgo, la muy zorra.”También tuve la suerte de poder entrevistar al gran genio Kermit Ruffins, leyenda del jazz de Nueva Orleans: Cambiando de tema, resulta que la expresión "Cría cuervos y te sacarán los ojos" no es muy precisa.Parece ser que no sólo es que se acuerden de las caras humanas durante muchísimos años y que sean capaces de comunicar la descripción de esa cara a otros cuervos, sino que, además, si les caes bien, te traerán regalos.Ha habido unos cuantos casos confirmados de gente, sobre todo niños, que les dieron de comer durante varios días, y que empezaron a recibir regalitos de distinta forma. A una le traían piedras brillantes, a otro, semillas. Pero el caso más interesante es el de un tercero, al que trajeron, en dos situaciones separadas, obras creadas por el propio cuervo. Aparecían en su puerta pequeñas estructuras hechas de anillas de latas metidas dentro de ramitas de pino. ¿Serán los cuervos capaces de distinguir lo que les parece bonito? ¿De imaginar que el otro se alegrará con su regalo?Otra cosa que saben hacer, que definitivamente demuestra inteligencia, en mi opinión, es divertirse. En algunos comentarios de este hilo se puede ver a cuervos haciendo windsurf utilizando palos entre sus garras para estabilizarse, haciendo snowboard sobre tejados nevados con el uso de palos/tabla con la que se tiran y enseguida vuelven a subir volando, y hasta haciendo rodeos como un cowboy, subiéndose a la espalda de bueyes y apretándoles con las uñas con fuerza para ver cuánto aguantan sin salir disparados.Quizá sea hora de actualizar la expresión: "Cría cuervos amistosamente y te dejarán regalos que son una combinación de ramitas de pino y chapas que no estás muy seguro de qué significan, pero que agradeces." Aparte de querer hacerme amigo de pájaros (¿Quién no querría?), estos días he descubierto el árbol familiar de la dinastía ptolemaica de Egipto. Me tiene fascinado. Es una especie de cien años de soledad en el desierto, con mucho más incesto.Como apunte, Cleopatra VII, la Cleopatra más conocida, no sólo fue consorte de dos de sus hermanos, sino que se cree que a uno de ellos lo envenenó.Me imagino a Ptolomeo XII diciéndoles a sus dos hijos-yerno-nuera "contento me tenéis", mientras su mujer-sobrina-prima Cleopatra V le recuerda que su tía (de ambos) Cleopatra Selene (de Cleopatra V, también abuela y madre) está de cumpleaños y hay que llevarle otra vez la tarta que le gusta. Para terminar, dos pequeños apuntes del sociólogo Braudillard sobre USA que me parecieron fantásticos y muy reales, y una canción de un Elvis gordo, rodeado de vasos de coca cola recubiertos de un brillo triste, con su traje blanco, hecho mierda, empapado en sudor (le quedaban seis semanas de vida), en la que saca una vozarrón impresionante que no puede no conmover al que la oiga:"En esta individualidad, la sinceridad brilla por su ausencia y la intercomunicación personal no existe. Un síntoma de esta realidad es que “la gente sonríe, sonríe incluso cada vez más, aunque nunca los unos a los otros sino siempre para sí mismos”. En realidad no se trata de una sonrisa verdadera sino especie de contagiosa crispación de los maxilares bajo el efecto del calor humano. [...] a falta de identidad, los americanos poseen una maravillosa dentadura”.“Aquí nadie mira a los demás. Se tiene demasiado miedo a que se nos arrojen encima con una petición insoportable, sexual, de dinero o de afecto. Todo está cargado de una violencia sonambúlica, y es preciso evitar el contacto para eludir esa descarga potencial. Al haber sido liberados los locos, todo el mundo es para el otro un posible loco”. P.S.: Un plató lleno de un montón de gente con risa rara.
¡Gracias!
Una semana más, muchas gracias por leer y por llegar hasta el final.
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