Más vale tarde que nunca.
Libros:
Casas vacías, de Brenda Navarro: Sobre la maternidad. Publicado de manera gratuita por la autora en Internet. Una madre rica “pierde” a su bebé, que es tomado por una mujer joven, abusada y desesperada. Librazo de genia de las letras.
Noticias del imperio, de Fernando del Paso: Un clásico mexicano sobre su segundo imperio, su emperatriz Carlota, las intrigas de Napoleón III, y un poco de Benito Juárez. No lo podría criticar, pero tampoco terminar.
El invencible verano de Liliana, de Cristina Rivera Garza: Una absolutísima barbaridad de libro. Historia real. La hermana de la autora fue asesinada por su pareja, joven. Ella regresa a México para saber más e intentar hacer justicia.
Un verdor terrible, de Benjamín Labatut: Fantásticamente escrito. No es sobre México. Me aburrió un rato hasta que me di cuenta y me encantó. O a lo mejor sólo me convenció que lo hayan elegido entre los 10 mejores libros del 2021 según el New York Times. Por no llevarles la contraria.
La tourneé De Dios, de Enrique Jardiel Poncela: Tiene un siglo y es modernísimo (salvo en cómo habla de la mujer y los gays). Dios baja a la Tierra y decide hacerlo en Getafe. Es lacónico, y acaba cayendo medio mal a los humanos. De los pocos libros que me ha hecho reír en alto.
Historia mínima de México, del Colegio de México: Vuelvo a México. Mis disculpas, carnales, pero hay que informarse. Una historia cortita de México hasta los años 80. Ahora, más o menos, sé distinguir entre olmecas y toltecas, y entre Zapata y Villa. Viva México, cabrones.
Catábasis: El viaje infernal en la Antigüedad, de Miguel Herrero Jáuregui: Denso y erudito (horrorosa palabra), pero muy interesante. Sobre cómo se entendía la muerte en el mundo antiguo grecorromano como un viaje con ciertos patrones muy concretos.
Pelis y series:
12 Angry men (Doce hombres sin piedad) : Peliculón. Actores que dominan cada plano. Es como una obra de teatro, con todos, un jurado popular, en una habitación calurosa durante una tormenta, decidiendo si un chico debe ser condenado a muerte. Más bien decidiendo si no. Uno de ellos duda, los demás están seguros que es culpable. Hora y media de debate, de replantearse cosas, de catarsis, de mucha gente bien vestida sudando. De 1957.
Negative space: Corto muy bonito sobre lo que viene a faltar. Aquí está entero.
The flood: Otro corto. Sobre no dejar pasar las cosas.
Tres hijas: Está en Netflix. Me hizo llorar y luego arrepentirme de haber llorado. Luego arrepentirme de haberme arrepentido. Muy buena película sobre la muerte de un familiar, las relaciones intrafamiliares, y como una serie de personajes lidian con todo ello. Personalmente, al ser una persona proveniente de un país mediterráneo, me costó empatizar con que no rodeasen al moribundo también sus nietos, nueros, etc.
Normal people: Serie basada en la novela híperexitosa de Sally Rooney. Romántica y sexual, y muy de la generación actual. Chico y chica se encantan, pero por cosas de la vida, se separan, se juntan, se separan, se juntan. Un bolero. Está en Prime. No voy a ser yo quien recomiende desde aquí la piratería al que no quiera financiar al imperio Amazon.
Una buena persona: Película bonita para ver por la tarde. Tiene un horario preciso. Ni de mañana ni de noche. Pugh es una gran actriz (obvio, Morgan Freeman también), rodeada de un par de pazguatos, pero la historia sobre el trauma, superar, luz al final del túnel, etc, es agradable.
¡Gracias!