"Hay demasiadas distracciones, ¿no crees? Demasiadas fiestas, ropa, drogas, películas, grupos fantásticos de música. No da el corazón ya para querer a un solo ser y despreciar todo lo demás, porque al convertir a alguien en el centro de tu mundo, quieras que no, rebajas lo demás. Creo. Antiguamente, entre tu mujer y un huerto de nabos, pues claro, no había nada como tu mujer (o marido, tú me entiendes), pero hoy día, el mundo está demasiado lleno de maravillas como para que la gente pueda centrarse en una sola cosa. No está el corazón hecho para el mundo moderno."- León, Redoble de Tambor (Capítulo 18)Hoy:IntroducciónGigantes chepudos (Historia corta)Es lo que tocaEnlaces (Música, libros, y películas) #17¡Gracias!El verano debe ser la sublimación del mundo moderno (quizá por eso el cambio climático, como metáfora máxima y un poco cruel de la distracción hecha clima). Hace calor (lo que aplatana), todo el mundo lleva menos ropa (lo que agrada), nos bombardean las stories de barcos y playas y festivales y amigos y luz y belleza (lo que despista), y uno entra en un estado de ánimo relajado (lo que, obviamente, relaja).¿Será bueno estar distraído?Supongo que, como todo, en su justa medida. Distraerte un rato, concentrarte otro. Aunque estar entretenido constantemente pueda ser, a largo plazo, una versión suave del infierno, no estarlo nunca puede que sea una versión más áspera de lo mismo.Quizá el problema del mundo moderno no sea la disponibilidad de entretenimiento, ni la famosamente corta capacidad de atención de Millenials para adelante, sino que nos sentimos "merecedores" de estar siempre entretenidos. Como si fuese un derecho que nos hemos ganado.Supongo que era peor no estar entretenido casi nunca, pero al menos entonces cualquier atisbo de diversión (feria, teatro ambulante, música...) era algo reluciente y mágico, y ahora nuestra versión invertida de la feria, el rato de no-entretenimiento (cagar sin móvil, ir en bus sin móvil, blabla solo y sin móvil...) son momentos de un tedio que quizá alguien que no haya vivido adicto a la distracción no pueda compartir ni entender.En fin. Ha parecido que no, pero me encanta el verano. El sol, los viajes, el mar que durante unos meses se calienta para dejarte entrar y no volverte una estalactita morada de carne... La mejor estación. Será por el viejo calendario escolar, pero todo parece poder empezar de nuevo.
Share this post
El Alipori - Newsletter de Alfonso Portabales…
Share this post
"Hay demasiadas distracciones, ¿no crees? Demasiadas fiestas, ropa, drogas, películas, grupos fantásticos de música. No da el corazón ya para querer a un solo ser y despreciar todo lo demás, porque al convertir a alguien en el centro de tu mundo, quieras que no, rebajas lo demás. Creo. Antiguamente, entre tu mujer y un huerto de nabos, pues claro, no había nada como tu mujer (o marido, tú me entiendes), pero hoy día, el mundo está demasiado lleno de maravillas como para que la gente pueda centrarse en una sola cosa. No está el corazón hecho para el mundo moderno."- León, Redoble de Tambor (Capítulo 18)Hoy:IntroducciónGigantes chepudos (Historia corta)Es lo que tocaEnlaces (Música, libros, y películas) #17¡Gracias!El verano debe ser la sublimación del mundo moderno (quizá por eso el cambio climático, como metáfora máxima y un poco cruel de la distracción hecha clima). Hace calor (lo que aplatana), todo el mundo lleva menos ropa (lo que agrada), nos bombardean las stories de barcos y playas y festivales y amigos y luz y belleza (lo que despista), y uno entra en un estado de ánimo relajado (lo que, obviamente, relaja).¿Será bueno estar distraído?Supongo que, como todo, en su justa medida. Distraerte un rato, concentrarte otro. Aunque estar entretenido constantemente pueda ser, a largo plazo, una versión suave del infierno, no estarlo nunca puede que sea una versión más áspera de lo mismo.Quizá el problema del mundo moderno no sea la disponibilidad de entretenimiento, ni la famosamente corta capacidad de atención de Millenials para adelante, sino que nos sentimos "merecedores" de estar siempre entretenidos. Como si fuese un derecho que nos hemos ganado.Supongo que era peor no estar entretenido casi nunca, pero al menos entonces cualquier atisbo de diversión (feria, teatro ambulante, música...) era algo reluciente y mágico, y ahora nuestra versión invertida de la feria, el rato de no-entretenimiento (cagar sin móvil, ir en bus sin móvil, blabla solo y sin móvil...) son momentos de un tedio que quizá alguien que no haya vivido adicto a la distracción no pueda compartir ni entender.En fin. Ha parecido que no, pero me encanta el verano. El sol, los viajes, el mar que durante unos meses se calienta para dejarte entrar y no volverte una estalactita morada de carne... La mejor estación. Será por el viejo calendario escolar, pero todo parece poder empezar de nuevo.