«Eso es terrible. El triunfo de la sensatez.»- Ana María MatuteHoy:IntroducciónPequeñas observaciones de Rio de JaneiroEnlaces de la semana (Música y películas)Introducción:La semana pasada estuve en Brasil para una boda. Tras dos años de semi-encierros y más noticias malas que buenas – salvo un sobrino rubio y un par de victorias agónicas del celta – fue tan bueno salir que a mí, que me dedico a describir cosas con exageraciones, me cuesta encontrar con qué compararlo.Te preguntarás, lector, por qué te estoy contando esto, e incluso qué es lo que estás leyendo. Quería hacer un podcast, pero no consigo que mi lengua hablada se desenrolle tan bien como mi lengua escrita (la que habla en el cerebro del otro, nada más), así que.... esto. Un newsletter semanal en el que hablo de cualquier cosa, ya sean ideas, viajes, música, arte, o política (espero que poco). Igual hasta alguna entrevista. Volviendo al tema con el que abría, es increíble la manera en que un pequeño cambio de perspectiva puede alterar el estado de ánimo, incluso las propias ideas que fluyen por la mente. Está claro que uno no piensa igual metido en un armario oscuro que corriendo por un campo lleno de flores. ¿Hasta qué punto son los pensamientos nuestros y libres? ¿Cuánto influye los demás y el entorno? Habrá que tener cuidado con dónde se está.Dicho esto, me pareció que el sol tropical – más bien la sombra -, la manera en que los cuerpos fluyen en Brasil, algo más lánguidos y reposados y relajados, con los diferentes tonos de piel más mezclados – qué alivio, tras tanto mundo anglosajón -, y el propio estar tranquilo, sin nada que hacer, me han dado un conocimiento que puedo cargar conmigo en cualquier sitio. No digo que sea un país sin problemas, sino de mi reacción capilar a él.Estar feliz es estar en calma.Como dijo Séneca: “Un hombre es tan infeliz como él mismo se ha convencido de que es”.Pasan cosas, pero hay que seguir viviendo, de la mejor manera posible, con un poco de jeitinho.
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El Alipori - Newsletter semanal de Alfonso…
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«Eso es terrible. El triunfo de la sensatez.»- Ana María MatuteHoy:IntroducciónPequeñas observaciones de Rio de JaneiroEnlaces de la semana (Música y películas)Introducción:La semana pasada estuve en Brasil para una boda. Tras dos años de semi-encierros y más noticias malas que buenas – salvo un sobrino rubio y un par de victorias agónicas del celta – fue tan bueno salir que a mí, que me dedico a describir cosas con exageraciones, me cuesta encontrar con qué compararlo.Te preguntarás, lector, por qué te estoy contando esto, e incluso qué es lo que estás leyendo. Quería hacer un podcast, pero no consigo que mi lengua hablada se desenrolle tan bien como mi lengua escrita (la que habla en el cerebro del otro, nada más), así que.... esto. Un newsletter semanal en el que hablo de cualquier cosa, ya sean ideas, viajes, música, arte, o política (espero que poco). Igual hasta alguna entrevista. Volviendo al tema con el que abría, es increíble la manera en que un pequeño cambio de perspectiva puede alterar el estado de ánimo, incluso las propias ideas que fluyen por la mente. Está claro que uno no piensa igual metido en un armario oscuro que corriendo por un campo lleno de flores. ¿Hasta qué punto son los pensamientos nuestros y libres? ¿Cuánto influye los demás y el entorno? Habrá que tener cuidado con dónde se está.Dicho esto, me pareció que el sol tropical – más bien la sombra -, la manera en que los cuerpos fluyen en Brasil, algo más lánguidos y reposados y relajados, con los diferentes tonos de piel más mezclados – qué alivio, tras tanto mundo anglosajón -, y el propio estar tranquilo, sin nada que hacer, me han dado un conocimiento que puedo cargar conmigo en cualquier sitio. No digo que sea un país sin problemas, sino de mi reacción capilar a él.Estar feliz es estar en calma.Como dijo Séneca: “Un hombre es tan infeliz como él mismo se ha convencido de que es”.Pasan cosas, pero hay que seguir viviendo, de la mejor manera posible, con un poco de jeitinho.